Una enzima puede frenar Lupus

Una enzima presente en el organismo puede frenar el Lupus

Los investigadores UC Alexis Kalergis, Carolina Llanos y Juan Pablo Mackern, del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, estudian la aplicación terapéutica de Hemo oxigenasa 1

Una nueva terapia para frenar la progresión del lupus, enfermedad crónica que afecta a unos 10 mil chilenos, está siendo probada por científicos del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII).

La estrategia, consiste en la utilización de una enzima llamada HO-1 (Hemo oxigenasa 1), la cual ha demostrado ser eficaz en la disminución de los síntomas propios de esta patología, como la inflamación y el daño renal.

Estas investigaciones han sido desarrolladas por los académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) Alexis Kalergis, Carolina Llanos y el postodoctorante Juan Pablo Mackern, del IMII.

Según explica Mackern, el estudio de un potencial tratamiento es de gran relevancia, ya que “el lupus es una enfermedad de alta prevalencia y que afecta considerablemente la calidad de vida de los pacientes, quienes aún no cuentan con terapias específicas y eficientes”.

La enzima terapéutica

Ante este escenario, Mackern afirma que la exploración y modulación farmacológica de HO-1 pretende conseguir efectos que ayuden a bajar la respuesta exagerada del sistema inmunológico.

Dichos estudios se están realizando desde el 2010 en modelos animales susceptibles al desarrollo de lupus, obteniendo resultados positivos. “Estamos induciendo farmacológicamente esta enzima, tratando de explotar sus propiedades inmunosupresoras. Y luego, evaluando parámetros inmunológicos, como la existencia de autoanticuerpos, daño renal, entre otras alteraciones. Felizmente, hemos comprobando que HO-1, logra disminuir esos indicadores”, indica el profesor Kalergis

Factores ambientales, genéticos, entre otros, están involucrados en el origen de esta enfermedad.

De acuerdo a ello, el científico señala que una de las ventajas de la inducción farmacológica de esta enzima es que sus efectos benéficos están funcionando en diversas cepas animales, en las que se origina lupus por diversas causas.

Por esta razón, se prevé que su utilización podrá ser efectiva en personas, cuya sintomatología también es variada. HO-1 ha sido analizada desde hace una década, al ser empleada por otros investigadores en el estudio de un potencial tratamiento de la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple, así como en trasplantes -en cuyo caso se busca evitar el rechazo del nuevo órgano-.

Respecto de la enzima, Mackern y Kalergis explican que esta se encuentra de forma natural en el organismo, expresada en muchas células y tejidos, sobre todo en el bazo, riñón e hígado. Sin embargo, el equipo del IMII también pudo comprobar que el elemento se hallaba disminuido en personas con lupus, específicamente, en un tipo de células llamadas mieloides.

Esta investigación dio fruto a una publicación en la revista Inmunology, el 2012.Dichos estudios nos señalan que estos pacientes tienen una desregulación de la enzima, lo que implicaría una disminución de su efecto inmunosupresor, hecho que a su vez ayudaría a promover la continuidad y progresión de la enfermedad a un estado más inflamatorio”, agregan los especialistas.

Asimismo, explican que estos antecedentes permiten comprobar la hipótesis de inducir HO-1 como terapia. Los investigadores aseguran que la deficiencia de esta enzima en el organismo se asocia a un perfil “inflamatorio importante, con muerte en la adolescencia o en la edad temprana”, lo que a su vez puede conducir al desarrollo de patologías inflamatorias.

Por el momento, la estrategia terapéutica no ha sido probada en seres humanos, pero según expresa Kalergis, se espera que “en unos seis años esté validada para su fase clínica”. No obstante, el camino trazado en el IMII ya ha desarrollado mecanismos para suministrar una terapia contra el lupus en personas, lo que se está llevando a cabo gracias al trabajo de Carolina Llanos, Alexis Kalergis y Sergio Jacobelli.

El novedoso tratamiento, cuyo fin es restablecer el sistema inmunológico, consiste en la manipulación y reprogramación de las células dendríticas, aquellas “defensoras” que cumplen un rol fundamental en la eliminación de elementos patógenos, virus y bacterias que ingresan al organismo, y las cuales se encuentran alteradas en personas con lupus. De esta manera, el proceso busca modular la función de las células dendríticas, provenientes de la misma sangre del paciente, que es procesada y filtrada, para luego ser reinyectada. En este paso es cuando se espera aplicar in vitro la modulación farmacológica de la enzima HO-1, con la finalidad de modificar a la célula dendrítica para disminuir la respuesta autoinmune.

En ese sentido, Juan Pablo Mackern indica que el equipo investigador ya ha observado que en estas células tratadas con HO-1, se disminuye la presentación antigénica y activación linfocitaria.

Noticia aparecida en Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología.

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